Retomando las ideas del texto de Joan Ferrés "la educación como industria del deseo", se hace referencia aun nuevo concepto acuñado por él mismo conocido como "yamiké".
Llevándolo al ámbito de la publicidad, los profesionales se deben ver en la necesidad de ponerse en la piel de los consumidores y ser capaces de responder la siguiente pregunta con respecto al producto o marca anunciados "¿Y a mí qué, en qué me beneficia este producto?, ya que la respuesta marcará el éxito del anuncio. En caso contrario no se generaría ninguna inquietud ni deseo por hacerse con el producto. Tal y como afirma Garriga Puig "de la contestación al yamiké depende el éxito de un producto".
Ante este duro reto, los profesionales de la publicidad han demostrado su habilidad para conseguir campañas efectivas, gracias principalmente ha su buen uso de la comunicación persuasiva. Comparándolo con el caso de los profesores en el sistema educativo actual, vemos que han dado por supuesto la demanda de conocimientos y se han limitado ha transmitir los conocimentos a los alumnos.
El trabajo de un publicista es generar interés, demanda y evitar en la medidad de los posible el desinterés y el pasotismo, al contrario de lo que parece perseguir los profesores de nuestro sistema educativo, o al menos lo que suelen conseguir.
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